anoche dije cosas horribles sobre vos. no es que yo lo creyera realmente, de hecho ninguna era cierta. pero quise hacerte quedar mal para que nadie más pudiera pensar que sos increíble. estábamos en una fiesta, todos estaban con todos, era una de esas noches. no tomé demasiado, preferí colarme una pepa temprano mientras elegía la ropa que usaría a la noche, así para cuando llegara a la fiesta ya me fuera imposible reconocer a alguien y sólo pudiera concentrarme en la música que estuviera sonando en el lugar. un chico re lindo me convidó antidepresivos en el baño, me dijo que no tomara más de dos. era precioso él, tenía unos ojos negros re intensos y movía mucho las manos mientras me hablaba. como no quise quedar mal me tomé dos pastillas de una. bailé solo en la pista cerrando los ojos, sientiendo un calor que me recorría todo el cuerpo y que se concentraba especialmente en las palmas de mis manos. se me acercaban conocidos, amigos, gente que no sé de dónde me conoce. me preguntaban por vos y yo decía que eras una persona horrible, que nunca había sido más infeliz que el día en que te conocí. era todo mentira, si, ya sé. obvio que era mentira. pero me invadían unos celos terribles y sólo quería espantar a todos, que nadie quisiera hablarte nunca más. antes de irme me robé un ron de la barra. no sé bien cómo terminé del otro lado, ni en qué momento agarré la botella, pero cuando estaba esperando el colectivo sentado en el cordón por rivadavia me di cuenta que la tenía adentro del abrigo. si querés vení, trae una coca y lo tomamos por ahí, quiero salir a caminar un rato por la avenida, dicen que esta noche hay eclipse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario