jueves, 28 de junio de 2012

me gustaría que la gente comentara más

domingo, 24 de junio de 2012

Últimamente pienso en la vida que me gustaría vivir, que tiene un poco que ver con la vida que llevo y otro poco con las películas y series yanquis que miraba cuando era pibe. Pasar toda la mañana escuchando música y fumando porro, usando un sweater y un gorro tejido. Salir a la calle, patear unas cuadras y ver un árbol cubierto por la hiedra. Bajar un par de calles, tocar el papel doblado que tiene una frase escrita muchas veces y que guardé en el bolsillo derecho de la campera. Llegar a la casa de tatuajes y que esté cerrado. Qué garrón.
(Sería más yanqui si fuera en bicicleta y viviera en los subirbios, con las casas todas parecidas, con jardines y cercas blancas de madera. Que saliera de mi casa en bicicleta, por el garage y de ahí derecho a la calle. Esa aventura de ir a la ciudad en bicicleta buscando una casa de tatuajes barata.)
Camino bajando por la avenida, contando los autos estacionados por cuadra. Paso por la Iglesia Universal y unos pibes de pantalón y camisa me ofrecen panfletos. Estoy re fumado y todo me parece muy bizarro y divertido. Camino rápido lo que me queda de vereda hasta llegar a la esquina. Cruzo la avenida y sigo camino en la misma dirección pero sobre la vereda de enfrente. 
Llego a la galeria de las casas de tatuajes, donde además hay salas de cine, casas de jueguitos, sexshops y casas de ropa medio alterna. Queda en una zona muy transitada, con kioscos de revistas y puestos de panchos. En la esquina hay un bazar re grande y lleno de cosas que son re feas y que te ponen triste si te quedás a verlas. 
Pasan bocha de colectivos en esa cuadra, taxis, autos y un par de camiotenas. También está zarpado en motos. Tardo más de 10 minutos en poder cruzar y llegar a la plaza dónde están mis amigos con camperas re lindas fumándose un montoncito de flores que habían quedado de la joda de hace dos noches en la casa de Ezequiel. Me quedo a fumar con ellos, no lo dudo ni un segundo. El sol está a pleno, re intenso pero no hace calor. Siento ese sabor medio cítrico de las flores al darles la primera seca. Acostados en el pasto miro hacia el techo del cine que está en frente, del otro lado de la avenida. Hubo una época en el que el cine pasó por malos momentos y debió volverse cine porno durante las noches.      

jueves, 21 de junio de 2012

pegué alto frasco de flores

martes, 19 de junio de 2012

En el agún lado, seguro, alguien se está fumando un porro y piensa en la inmensidad de su destino. Cuando empiezan los meses fríos me la paso en mi casa, apago el teléfono y salgo poco. Evito tener conversaciones en la calle e invito a pocos amigos a mi casa. Intento mirar televisión pero no me gusta y termino haciendo cualquier otra cosa. Cualquier otra cosa que no represente demasiado esfuerzo. A veces cuesta tanto todo. A veces siento que una pereza desbordada me come entero, me engulle y me traga. Me traga y caigo por siempre adentro de su gargante. Una caida interminable, siempre cayendo, cayendo adentro de una agrganta. En la pereza, mi tema con la pereza. Siempre me pasa lo mismo, me pongo a releer los libros que más me gustaban cuando no estaba en pareja, cuando no estaba con nadie. 
Me pongo a pensar en todo lo que nos pasó. Todo lo que nos pasó a nosotros, a nosotros todos.  Las cosas nos van pasando y se va tejiendo una red, una red de hilos que nos atraviesan y nos unen. Hilos que van recorriendo las habitaciones y atraviesan las paredes, llegan hasta la calle y bajan hasta la avenida y ahí siguen hasta que se pierden a lo lejos.
-¿En qué crees vos? - le pregunté.
- En mis viejos. Y en los recuedos de cuando era pibe-. Me miró sosteniendo el vaso de cerveza con las piernas. 
-Yo creo en los libros que más me gustan- le dije apoyándome contra el respaldo de la silla de madera que hace ruido- y en los videos de youtube que miro siempre.
Salgo a la calle, le doy mecha al finito que armé antes de salir, le doy play a esa canción re copetuda que escuché toda la mañana y camino, camino sin apuro y miro a los tipos que pasan en auto. Los miro a los ojos, no sé bien por qué, es como si quisiera ver si alguno para y me dice vamos a coger, yo pago el telo. 
Camino por la diagonal, bajo hasta cuatro y le meto derecho. Qué lindo que se puso el día y qué rico es el olor a facturas que sale de una panadería o el olor a shampoo que se escapa de las peluquerías del barrio y te sigue, por lo menos, más de media cuadra.
Siempre paso por el ejército de salvación y por una casa de fuegos pirotécnicos. Nunca pensé que existiera un negocio de juegos pirotécnicos tan cerca de mi casa, no sé. Para mí era algo que pasaba en las películas o en los dibujitos, algo que veía en la tele de pibe. Cuando era chico los cohetes se compraban en los puestos que se armaban en las plazas o en la peatonal, y solamente en épocas de fiestas. Un local que parece un autoservicio pero que vende cohetes, petardos y fuegos artificiales me parece todavía increíble.
Qué loco es viajar, tomarse un bondi y viajar, subir a la autopista, irse, dejarse ir, sobre todo.
   

jueves, 14 de junio de 2012

Teníamos todo el día siguiente para dormir, por eso esa noche nos quedamos despiertos escuchando los discos de las bandas que nos gustaban: Rebecca and Fionna, Glass Candy, Planningtorock, Chromantics. Escuchábamos Ray of light de Madonna y nos encantaba. 
En esa época nuestro objetivo era no dejar que nada lindo se nos fuera, que nada se escapara. Comprar cerveza en el supermercado peruano de acá a la vuelta, fumar un poco, darnos unos besos y bailar era la más preciosa de las aventuras. Yo te sacaba la remera de adentro del jean y metía las manos por abajo para acariciarte y sentirte la piel. 
Nos habíamos quedando charlando de la secundaría. Yo te había contado de mis compañeros que de grandes terminaron hechos unos merqueros. Nos contamos de los hijos que habían tenido amigos nuestros, hablamos de juegos de mesa, de médicos y enfermedades que habíamos tenido cuando éramos chicos. 
Buscamos en google imágenes de piedras preciosas y nos quedamos horas viéndolas y leyendo sobre ellas. Vimos videos del talk show que conducía Moria Casán, videoclips de boybands de los 90, presentaciones telvisivas de Raffaela Carrá y entrevistas a Marilyn Manson. 
Te leí cosas de un cuaderno, cosas que había escrito sobre vos hace mucho. Te conté del tatuaje que quería hacerme cuando tuviera la plata y dejara de hacer tanto calor. Me dijiste que era re lindo varias veces. Me mirabas re enamorado, un poco emocinado, a lo mejor por tanto alcohol o por el sopor del departamento en verano.
Son esos momentos, no sé, ahí, cuando de pronto compartís tanto con alguien, con alguien más, con otro. Es algo re raro. Se trata de sentir tanto amor por alguien y un deseo de compartir mucho, de depositarte en el otro. Depositar como dejar caer, como depositar una moneda dentro de una alcancía, dejar caer, dejarse caer dentro del otro, depositarse. Una situación como de entrega, de ofrenda. 
   

domingo, 10 de junio de 2012

no sé cómo seguir escribiendo
no sé
quiero hacer otra cosa
siento que perdí el rumbo

jueves, 7 de junio de 2012

miércoles, 6 de junio de 2012

domingo, 3 de junio de 2012

volví a escuchar discos de nirvana
y a usar buzos con capucha