sábado, 25 de diciembre de 2010

el color que prodomina en el barrio las mil es el verde, está por todas partes, siento que genera una energía impresionante, que fluye. el centro de la ciudad está cada vez más gris, con gran escasez de árboles en pequeños cuadrados de tierra injertados en veredas muy estrechas, me deprime, me deprime horrores, la ciudad le da la espalda a la naturaleza estando rodeados de ella, la ciudad reniega de sus espacios verdes, si lo pienso un rato me da una tristeza enorme, por eso no me iría de las mil, dónde el verde avanza por sobre lo construido y se hace notar, acompaña, regala armonía, porque creo que es eso, la convivencia con lo verde, con los árboles, con la vegetación. en las mil la mayoría de las veredas tienen pasto, pasto muy verde. eso me alegra, me pone contento. andar en auto de madrugada por las mil y sólo ves verde que pasa muy rápido. cuando llegué a corrientes mi mamá me dijo que cortó el árbol que estaba frente a mi casa, todavía no me repongo, ese es el tipo de violencia que enferma las ciudades. por eso escribo que sería lindo si en todas las terrazas hubieran jardines, sería como un acto revolucionario, un embate contra la urbanidad alienante, jardines en las terrazas, dónde subiríamos para escapar de lo que está abajo y nos emborracharíamos de felicidad.

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