lunes, 9 de mayo de 2011

che, no te quiero romper las bolas. no sé bien qué onda, vos estás bien ¿no? no, digo, no sé, qué se yo. como que está raro esto. pará, dejá, cualquiera, ni da, no quiero hablar de ésto. pero no puedo no pensarlo, ¿qué es esto? odio que me hayan educado de esta forma, o que no me hayan educado de aquella otra, no sé cuál es aquella otra tampoco. pero me siento re aislado no sé, como en otra parte, como que cada vez tengo menos que ver, como que, no sé, eso, estoy allá ahora. y está todo bien, porque yo no sé muy bien qué quiero, ya estoy medio acostumbrado. me rompe un poco las bolas igual, me hubiera gustado otra cosa, pero esa otra cosa es siempre la misma, es siempre igual. entonces me re confundo boludo, no sé ¿y qué tengo que hacer? pensé en irme a la mierda, de onda. siempre pienso en irme a la mierda, pero siempre me voy a la mierda y ¿de qué me sirve? ¿adónde me voy? ahí está el tema, y no sólo eso. en realidad, no, pará, en realidad, no me quiero ir, o sea, a otro lado, creo que eso es. no quiero irme a otro lado, tengo ganas de quedarme acá, por una vez tengo ganas de eso. de hacerle frente a algo, de hacer frente a lo que pase, a un monstruo gigante verde baboso horrible que podría aplastarme con sólo mover un poquito el dedo gordo del píe. como que eso me pasaba, bah, me pasa. pero son tan hijas de putas las cosas que, que no sé. quería cambiar las cosas eh, quería ir por otro lado, no sé. y vos esperabas lo contrario, una vez uno que esperaba eso de mí, qué se yo, ¿cómo iba a saber? igual no sé, ya fue, tengo frío. ¿vos qué pensas? sí, sobre esto. te vas de mambo por ahí, sí, ¿qué no, boludo? ¿me estás cargando? capaz ya estuve con demasiados pibes, no sé, capaz me tendría que dejar de romper las pelotas, es que encima eso quería, dejar de romper las pelotas. otra cosa, quería otra cosa y pensé que ésto me proponía otra cosa, que vos me proponías otra cosa. no sé cómo se hace para estar con alguien, no tengo la más puta idea, nadie capaz sabe y no me guío mucho por la norma, por el estereotipo, ya demasiado forcé el estereotipo hasta que se terminó deformando todo y me di cuenta que no servía, que era una mierda eso. pero ahora ya está, me siento como carrie , sí, como carrie, en el baile de graduación, con la sangre de chancho encima. qué asco ¿no? le tiraron sangre de chancho a la piba, ¿habrá sido posta sangre de chancho la que le tiraron cuando filmaban la peli? no, ¿no? aunque era re espesa, y puede ser. después lo voy a googlear, debe decir en algún lado. bueno, nada, te decía, me siento como carrie, con sangre por todos lados, pero el tema es que no tengo los poderes esos para quemar a toda la gente y mirar como se mueren y yo irme con cara de me arruinaron la noche los odio. una cagada, y en el fondo esto termina siendo así una y otra vez: una cagada. una cagada de tu gata en la bañadera a las cinco de la mañana. algo así. lo del boliche fue una cagada, te fuiste medio a la mierda. pero a la vez te quedaste, te terminaste quedando y no te fuiste, no te pudiste ir, quisiste quedarte, sos la bola de contradicciones más grande que conozco y te banco igual qué se yo. el tema está en el apuro, yo creo que ya no tengo tanto apuro, aunque por momentos sí, pero en el fondo nada que ver, nada que ver, en el fondo como que tengo muy presente que tiempo es lo único que hay. y al mismo tiempo es como que ya no te puedo seguir mirando de la misma forma, no sé, se rompió algo, capaz para mejor, no sé, te nació otra cara, se te cayó la que tenías y se te formó otra y creo que ahora te veo mejor, te veo más claramente, no tenés ese halo de no sé que tenías antes. te veo tan angustiado, confundido, endeble como cualquier otro. pero a vos te queda lindo, no sé. caminábamos por ahí, estábamos caminando y me dijiste que no podías creer todo lo que te había dicho y yo te dije que qué cosa, que qué te había dicho y me dijiste que todo lo que te dije y te respondí que no era nada que no pensara todo el tiempo. me costaba ser directo con vos, pero a la vez confiaba más en las acciones, siempre confiaré más en las acciones que en las palabras. aunque vos hacés un uso de las palabras despiadado, no sabés tener cuidado con eso, no tenés idea de cómo hacerlo. y por eso me guiaba por acciones, tus acciones siempre fueron las más piolas, y esas eran las que hablaban por vos, las que siguen hablando, fijate las cosas que hacés, decís una cosa pero lo que hacés es lo contrario a veces. pero qué se yo. che ¿te quedó un pucho? dejé lo míos arriba de la mesa, qué boludo. ¿no? ¿ninguno? puta, qué cagada. che... ¿qué te decía? no sé, ya ni me acuerdo ya. ¿podemos entrar? tengo frío acá fuera, adentro seguimos hablando mejor. pero pará, acompañame al kiosco.

1 comentario: