sábado, 19 de junio de 2010


mi cama es la superficie geográfica donde más cómodo me siento. debe pasarnos ésto a muchos, ya que vivimos infinidad de momentos sobre estos parajes alcochonados. me gustaría escribir sobre camas, sobre conversaciones encima de camas, como en las películas de Martel. las conversaciones que transcurren entre personas acostadas sobre una cama tienen un modo de ser estructuradas, de ser pronunciadas, con una deriva característica, tal vez por la comodidad de la situación: lugar propicio para confesiones. la vida se nos pasa sobre una cama. películas de camas, escenas de camas, la coexistencia sobre camas. la disposición de los cuerpos sobre una cama, el modo de establecer códigos: la distancia, la posición, si de espalda o de frente. las camas como espacios para la interacción social. pero ¿qué nivel de confianza debe existir para tirarnos con alguien en su cama a conversar? las personas podrían tranquilamente separarse en: aquellos cuyas camas conocemos y aquellos cuyas camas no. ¿por qué no conocemos las camas de algunas personas? ¿qué relación tendrán ellos con sus camas? ¿cuántas personas conocen la nuestra? también podemos separar a las personas en: aquellos que conocen nuestra cama y aquellos que nunca la conocerán. y ni hablar de la subcategoría de aquellos que nos encantaría que la conozcan.

2 comentarios:

  1. Es taaaaaaaan ambiguo eso. Decías que podías separar a las personas, sin embargo las estás juntando a todas en una clasificación. jajaja. Sólo bromeo.
    ♥ Aquellos que nos encantaría que la conozcan. Es como mi profesora Mariel, A mi me encantaría que todo el mundo la conozca a ella.
    Y sin embargo..

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  2. desde que me mude, todos se tiran en mi cama.
    yo resongo.
    ¿para qué carajo compré un sillón de tres cuerpos?

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